Las noticias crean opinión, reflexión y en muchos casos
causan un impacto tremendo.
Diana Queer era una chica normal de 18 años, viviendo una
noche normal de fiesta y con unas ganas normales de llegar a su hogar, ponerse
su pijama, acostarse en su cama y pensar que esas cosas que cuentan en las
noticias de otras chicas no ocurren, o que por lo menos a ella no.
Eso es lo que pienso yo cada vez decido volver a mi casa,
ahora teniendo un pensamiento enfocado desde otra perspectiva, yo también puedo
ser esa desafortunada chica.
Injusticia es la palabra que define esta deficiente
situación, nos trasformamos en animales que no poseen ningún tipo de control
sobre sus instintos que son activados tras oír una negativa por respuesta, que
atrapan a la presa, la desguazan física y psicológicamente y esconden sus
restos.
Sin pensar absolutamente nada, ni su familia, ni la de la
inocente niña, ni en la cárcel como castigo, ni en la muerte como otro de
ellos, ni en el incierto futuro de ambos, no hay cabida para darle un respiro a
la razón que pueda imponer su orden. Además, todo parece que sucede
aparentemente tan rápido… y el después se convierte en algo tan lento que hace
de la espera un cuentagotas de esperanza que se vacía a medida que el lento
tiempo transcurre.
Injusticia porque
nadie se merece eso, injusticia porque esa chica podría ser yo, su destrozada
familia podría ser la mía y mi nombre podría ser el que incesantemente
reapareciese en las noticias mientras ella podría ser la que tuviese esta
reflexión sobre mi caso. Injusto es no sentirte segura cuando a las cuatro de
la mañana te encuentras con un hombre que probablemente solo estaría haciendo
lo mismo que tú, la noche no resultaba interesante y decidió tornar a casa, pero
por esta serie de ocurridas esperas de él lo peor y comienzas a correr, injusto
es que él mismo piense que es lo más normal visto lo visto. Injustas son todas
aquellas noches en las que mi madre no duerme o todas en las que yo no pego ojo
pensando donde estará mi hermana, o mejor dicho con quién. Injusto es vivir con
miedo y no poder disfrutar tanto como quisiéramos, injusto y triste.
Ojalá las conciencias cambien, las formas cambien, los
humanos cambien para ser menos animales y podamos vivir sin miedo, sin
sentirnos más débiles, porque realmente es injusto.
Comentarios
Publicar un comentario